Datos del libro

Casa de arena y paja Sánchez Temiño, Bárbara

  • Editorial: POSTDATA EDICIONES
  • Materia: POESIA
  • Colección: SIN COLECCION
  • EAN: 9788419411822
  • Encuadernación: RUSTICA
  • Páginas: 125
  • Tamaño: 120x180 mm.
  • Idioma: CASTELLANO
15,00 €

Sinopsis

Comencé a escribir Casa de arena y paja para mí, como una manera de canalizar un dolor que ya no tenía cabida en mi cuerpo. Sumergida en una profunda depresión, cada poema que liberaba me hacía sentir más ligera. Las imágenes que me fue devolviendo este espejo de tinta me permitieron validar mi pasado, mi presente y mis anhelos, poner nombre a algunos fantasmas, así como pintar un cuadro con la maraña de sentimientos que desde hacía años me estaban arrebatando el aire.

El dolor corporal y el agotamiento protagonizan e impregnan gran parte de los poemas. Dicen que el Síndrome de Ehlers Danlos, la Fibromialgia y la Encefalomielitis Miálgica son patologías invisibles, pero la poesía tiene el poder de mostrar lo que ocurre bajo el alma y más allá de la piel. En la partitura de versos que conforman mi historia se alternan notas de poesía tintadas de tristeza, desamparo, de soledad..., pero también de esperanza, cariño, ilusión y aceptación. Lo que empezó como algo íntimo, fue cincelándose a sí mismo hasta ser lo que es hoy, un testimonio en el que dejo ver lo que se esconde detrás de mi pecho y cómo mi vida dio un giro tan solo en lo que tarda en volver el otoño.

En esa breve vuelta de tiempo logré obtener un diagnóstico que puso fin a años de búsqueda e incomprensión, me divorcié y descubrí que existe la posibilidad de un amor cálido, real y compañero. Ese amor fue capaz de encontrarme, de calentar mis manos heladas y de echar raíces en una tierra que ya creía yerma.

Autor

Bárbara Sánchez Temiño

Nací en Madrid en 1983. El arte siempre estuvo presente en mi casa. Gracias a mi madre, crecí entre lienzos y óleo y, a mi padre, entre libros y letras. Mi sueño era convertirme en pintora, pero, finalmente, me formé en psicología y magisterio, mundos aparentemente alejados de aquella ilusión infantil. Mi carrera profesional se centró sobre todo en la formación y acompañamiento de los más pequeños, hasta que el Síndrome de Ehlers Danlos (enfermedad minoritaria) y otras patologías entraron por la puerta de mi vida, a la que llevaban años llamando, y arrasaron con mi familia, mi trabajo y mis cimientos. No pude volver a ejercer. Encontré el alivio al dolor físico y emocional en la poesía y descubrí que era muy semejante a dibujar, a modelar, a esculpir... Fue en ese momento cuando escribí Casa de arena y paja (mi primer poemario) y, poco a poco, comencé a retratar con palabras todo lo que habitaba dentro y no sabía cómo contar. Siempre diré que la poesía me rescató y que es posible que al final haya terminado siendo la pintora que soñé, pero que, en lugar de emplear carboncillo, pinceles o ceras, hago uso de la musicalidad y las palabras.